Tengo que confesar que en años recientes, con frecuencia me he salido de mi camino minimalista.
La razón es que me dejo envolver por una obsesión, y me permito seguir mis impulsos.
Por ejemplo:
- El año pasado me obsesioné con el ajedrez, y compré un nuevo set de ajedrez, un set de ajedrez para torneos, y una vergonzosa cantidad de libros de ajedrez. Ahora, todos están acumulando polvo
- Este año me obsesioné con hacer excursionismo ultraligero , y terminé comprando una enorme cantidad de equipo ultraligero para hacer senderismo y acampar. Todavía tengo la esperanza de usar todo este equipo… el cual actualmente está en mi closet sin usarse
- Compré un Fitbit y una báscula Fitbit, y a duras penas las uso actualmente
- Hace unos años estuve entrenando para una ultra-maratón, y compré un montón de equipo que a duras penas he usado desde entonces
- He comprado demasiado equipo para preparar café y té que no uso con mucha frecuencia
- Con frecuencia compro equipo para hacer deporte y ejercicio, el cual a duras penas termino usando
- Ahora tengo más ropa de la que tenía hace unos años, y no estoy seguro por qué
a) Fueron costosas
b) Todavía tengo la esperanza de utilizarlas
Confieso que esas no son buenas razones para mantener un montón de cosas que no uso.
¿Por qué me dejé llevar por estos impulsos? Principalmente, porque tenía la esperanza de tener una vida que utilizaba estos objetos. Creo que tenía fantasías de ser un buen jugador de ajedrez, un senderista de larga distancia, un ultra-corredor, etc.
Y me apegué a esas fantasías, y luego sentí que necesitaba comprar esas cosas para poder tener ese estilo de vida. No necesito de esas fantasías. No necesito convertirme en nada diferente a lo que soy.
No necesito equipo de ejercicio para estar activo, disfrutar del aire libre, jugar un juego simple de ajedrez, y jugar con mis hijos. Puedo vivir con menos.
No necesito acaparar todas esas cosas. Puedo mantener unas pocas cosas, y vender el resto.
Todavía estoy aprendiendo.
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